Será?

 En la vida de una persona pueden ocurrir un sin número de eventos, pero solo unos marcaran la vida de esta, para bien o para mal.  Cuando la tristeza se apodera de mi mente, siempre tengo ganas de escribir lo que siento, pienso que es la manera de desahogarme, pues siento que si alguien alguna vez escuchara como puedo llegar a sentirme tan en poco. Y sé que no es así, se cuánto valgo, pero ese sentimiento siempre busca la manera de colarse en mí. Es como una carrera interminable donde corro y corro luchando siempre por mantener una cara alegre, siempre dando lo mejor de mí y al final esa voz tan fuerte, diciéndome jamás has sido suficiente. Nuevamente sé que no es verdad, pero imagina escuchar eso continuamente en tu cabeza como un martilleo que no para. Recordándote cada una de las malas decisiones que hoy te cuestan tantas consecuencias.  Y no vez la hora de que cese ese martilleo.  Así se siente. 

Pero ahora vamos a hablar como la guerrera que siempre fui predestinada a ser. Si es verdad que aún estoy pagando las consecuencias de mis decisiones. Si es verdad que a veces siento que quiero salir corriendo. Si es verdad que me cuesta perdonarme. Si es verdad que aun guardo tantas cosas en mi interior, y no encuentro la manera de poder expresarlas sin hacerle daño a otros. ¡Eso me partiría el alma! Pero tengo que ser honesta conmigo misma. Una vez leí en alguno lugar, a veces una pequeña mentira, puede ocasionar infinidades de problemas, pero una verdad, que en si sigue siendo verdad, puede doler, pero ocasionaría un dolor que tal vez no sea fácil sanar, pero sería solo eso y no un sin número de capas sin respuesta.  Pero bueno ya estoy divagado, al final yo sé que solo importa saber que Dios está con nosotros siempre en el proceso, y que el enemigo nunca descansara, y si el ataque es fuerte es porque el ya vio la victoria que tienes.